¿Sientes que algo te falta aunque hayas logrado mucho?
Has cumplido metas, has crecido, incluso te has trabajado a nivel personal…
Pero algo dentro de ti sigue con hambre.
Un vacío sutil. Un “esto no puede ser todo”.
Una sensación de que, por más que funcione, tu vida no se siente plena.
Entonces te va a hacer bien saber esto:
A los 12 años ya leía el tarot y estaba muy cerca del mundo espiritual, pero nada me preparó para perder a mi abuela a los 14, quien fue quien sostuvo mi crianza mientras mi mamá trabajaba. Ese quiebre fue tan grande que, a pesar de la difícil edad, le dije a mi mamá:
- No puedo sola. Necesito ir al psicólogo.
Allí comenzaron muchas cosas: la terapia, el trastorno de la conducta alimentaria, mi búsqueda espiritual y la parte más rebelde de mi adolescencia.
Como todo es perfecto, hoy puedo decir que fue lo mejor que me pudo haber pasado en la vida.
Un día estaba en la sala de espera de la psicóloga, leyendo revistas en la época en que no existía ni internet ni celulares. Entre moda, peinados y detalles de la realeza, encontré un pequeño anuncio de la consulta de un terapeuta de regresiones a vidas pasadas y canalización.
Estaba totalmente concentrada cuando alguien me habló. Una persona de carne y hueso. Los Guías me hablaron después.
Era una oficina con varios profesionales de la salud, que ya me conocían luego de tres años de terapia semanal.
Un psicólogo de ahí, que me vio leyendo las revistas como todas las semanas en el mismo sillón —y con el que a veces hablábamos al pasar— me dijo:
- Tú podrías estudiar psicología. Tienes pasta para esto.
Bueno, así fue.
Comencé como psicóloga infantil en contextos hospitalarios (amo la psicología de la salud), luego me convertí en especialista en alimentación consciente y autocuidado (ya entendiste por qué), y actualmente integro la psicología y la espiritualidad, tanto en psicoterapia como en programas de mentoría privada.
Sé de muertes y vacíos.
Sé de renacer con fuerza.
Sé de flores de loto que crecen en los pantanos.
Y sé de la fuerza de la vida, que renace como un volcán o como una flor en medio del asfalto.
Puede ser algo inmenso, o algo pequeño y silencioso. Pero la fuerza de la vida , que es pura creatividad y amor, renace siempre y lo llena todo.
Sin Amor, no tienes nada.
Me he reinventado tantas veces que sé de lo que te hablo.
Después de años ayudando a mujeres a transformar su relación con la comida y el cuerpo (muy pronto sale mi primer libro), descubrí algo esencial:
Nunca se trató solo de la comida. La mayoría no tenían hambre de comida.
Tenían hambre de paz, de conexión, de propósito.
Tenían hambre del alma.
Y cuando empiezas a nutrir tu vida desde dentro, todo cambia:
Tu relación contigo, con los demás… y con la Vida misma.
De eso se trata lo que hago hoy.
Y en eso, te puedo ayudar.
Porque lo que me transformó a mí, también puede ser un primer paso para ti.
Si te cansaste de
-
Ir de terapia en terapia, sin sentir avances reales
-
Buscar llenar vacíos con comida, logros, compras o relaciones
-
Hacer de todo para estar bien… y aún así sentir que algo falta
Quiero regalarte algo que puede ser un antes y un después.
🎧 Audio: 5 principios para transformar una vida que “funciona” en una que te llene el alma
🎁 Es gratis. Te lo envío por correo y también recibirás mis cartas semanales con herramientas e inspiración para reconectar con tu alma.
Te puedes dar de baja cuando quieras. Sin drama, sin spam.

Esto es lo que encontrarás en el audio:
01:04 min Por qué tu hambre emocional puede ser un mensaje del alma
04:20 min Qué te pasa cuando tu vida se ve bien por fuera pero se siente vacía por dentro
09:22 min Los 5 principios que te ayudarán a dejar de gastar energía (y dinero) en lo que no nutre vida.
11:33 min El daño silencioso de creerte una “mujer empoderada” y cómo reconectar con tu verdad.
12:50 min Lo que aprendí acompañando a cientos de mujeres que querían sentirse plenas (de verdad).
Y si quieres algo más casual...Escúchanos en el living.
Junto a mi esposo grabamos un podcast donde hablamos de espiritualidad con una copa de vino en el living.
Porque creemos que lo sagrado también se vive en lo cotidiano.
Sin túnicas blancas, ni frases vacías.
Escúchanos si tienes hambre de temas del alma.
